domingo, 14 de julio de 2013

Muniellos (2ª parte)

El retorno al punto de partida en Tablizas, fue paralelo al río Muniellos. La primera parte del descenso tenía un fuerte desnivel, y había que tener cuidado con las rocas para no torcerse un pie. tras 2-3 kilómetros el desnivel es menor y ya puede uno pararse a mirar con más detenimiento el paisaje.



La vegetación era muy exuberante, con gran variedad de musgos y helechos.

En cuanto a árboles, lo que más abundaba eran alisos y abedules.




El paisaje era precioso, pero yo esperaba poder ver algún mirlo acuático, lavandera cascadeña o aunque fuera algún caballito del diablo. No se si fue que ya estábamos cansados, o que íbamos más pendientes de los pies para no caernos, pero poco pudimos ver.





Puente abandonado

La ventaja de fijarse por donde pone uno los pies para no tropezar, es que no se te escapan este tipo de cosas, como el cadáver a medio comer de este ratón de campo, a un par de kilómetros de nuestro destino.

Restos de ratón de campo (Apodemus sylvaticus) a medio devorar

Y después de 23 Km de ruta, por un paisaje precioso y variopinto, llegamos al punto de partida. Merece la pena visitar esta reserva, así que si tenéis oportunidad de hacer una pequeña parada en Asturias, no dudéis en pasar por Muniellos.

Fotos: Inés G de Castro

2 comentarios:

Jesús del Valle dijo...

Hola INES: Habrás visto que ando algo perdido, cuestiones de mudanza de domicilio (de Almuñecar a Marbella), vaya lío.

MUNIELLOS: Estuve allí hace 8 años e hice la misma ruta que tu, menos el tramo de las lagunas,es largo...¿eh? Yo lo recuerdo maravilloso. Tuve mucha suerte,iba solo y muy silencioso,día oscuro,con llovizna que le daba un aire más salvaje al bosque.Madrugué para salir el primero y que nadie me espantara los bichos, así fué: Una MARTA a mis piés nada más salir, un CORZO en celo ladrando que casi me salta por encima y me dio el susto de mi vida (al cruzar casi al inicio un arroyo para girar a la izquierda y ascender) fueron unos segundos que creí tener un Lobo (ojalá) encima,luego vi una CULEBRA DE ESCULAPIO negra y grande en la misma senda (por donde hay que agarrarse a unas cuerdas para continuar), aves muchas Carpinteros,Azores,etc. Tuve la enorme suerte de oír al otro lado del valle a un OSO mugir como una vaca, excrementos de LOBO a lo largo de toda la senda, jop, vaya lugar increíble.

Flipé con los ROBLES y sobre todo con los enormes ACEBOS que presentan hoja pinchuda abajo y lisa donde no alcanzan ya sus predadores, vaya adaptación.Los ARANDANOS ya devorados por Martas y Osos, que listos, la primera fruta en ser consumida, como no.

Me costó más bajar que subir, agotado como tu cuentas también estabas,luego el camino final junto al río es otra cosa. Inolvidable. Gracias por recordádmelo, me encantaría volver.

Inés G. de Castro dijo...

Hola Jesús, lo primero que te sea leve las mudanzas, he pasado por varias y son un lío. Y lo segundo, ¡vaya una pedazo de visita la tuya a Muniellos!. Yo iba acompañada, pero solo éramos nosotros dos en medio de todo el bosque. Toda una experiencia el saber que en varios kilómetros a la redonda no hay más seres humanos.

Yo también espero poder repetir la experiencia de volver a Muniellos; seguro que en otoño debe de ser precioso.

Un saludo y gracias por pasarte por aqui.