Lo primero que hicimos fue dirigirnos a Nucsoara, para solicitar un permiso de visita del parque, y comprar unas guías sobre la flora y fauna del parque. Con mapa en mano decidimos dirigirnos a la zona de acampada libre que hay en Poiana Pelegii (y por lo tanto no hay duchas ni servicios).
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Vista parcial del plano del parque. Nuestro campamento base estaba en Poiana pelegii |
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El acceso a la zona de acampada no es complicado (es una carretera sin asfaltar bastante ancha), pero en algunos tramos (2 o 3) tuvimos que ingeniarnoslas para pasar sin quedarnos atascados.
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De camino al campamento pudimos ver en los tramos que cruzamos el río, ejemplares de mirlo acuático, lavandera boyera y rana bermeja. |
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Mis compañeros de viaje indicandome por donde meter la furgoneta. |
Una vez que llegamos al campamento y montamos las tiendas, aprovechamos las horas de luz para hacer una pequeña ruta.
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Dos tiendas para 8 personas con sus mochilas. Si, no se como, pero "dormirmos". |
Lo primero que me llamó la atención fue la gran cantidad de
cascanueces (
Nucifraga caryocatactes) que había en el parque. Para mi fue imposible hacerles una foto. Eran muy escurridizos
Y después de muchos años, he tenido que ir a Rumanía para ver de nuevo el piquituerto (Loxia curvirostra).
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Piquituerto (Loxia curvirostra) |
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Durante el ascenso por la ruta nos encontramos con un muscardino muerto. No debía de haber ocurrido hacía mucho.
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Muscardino común (o lirón enano) muerto (Muscardinus avellanarius) |
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Vista desde lo alto de la ruta que hicimos al atardecer |
En la parte superior de la ruta, había diferentes charcas con tritones y ranas.
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Tritón ¿alpino? (Triturus alpestris) Foto: Noela de Luxán |
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Vista ventral del tritón Foto: Noela de Luxán |
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Parece un ejemplar de ¿rana bermeja? (Rana temporaria) |
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Opilión parasitado por ácaros Foto: Noela de Luxán |
Eso si, aunque sabíamos de su presencia en el parque, no pudimos ver ningún lobo.
Llegamos al campamento cuando ya era de noche, y decidimos no acostarnos muy tarde, para poder aprovechar mejor el día siguiente.
Continuará...
Foto: Inés G. de Castro