Desde el punto de vista productivo distinguimos:
Producciones indirectas: son externas beneficiando a toda la sociedad, pero la repercusión económica sobre los propietarios de la dehesa es mínima.
Incremento del capital: la rentabilidad de la dehesa se debe a ingresos debidos a las producciones directas pero fundamentalmente a la plusvalía o incremento del valor en mercado de las fincas, teniendo dos efectos muy negativos:
Producciones directas: Son las menos importantes ecológica y económicamente, pero garantizan la perpetuación del sistema
El mantenimiento y mejora de las dehesa pasa por la realización de podas, desbroces, rozas y limpias, rozas de regeneración, encalado, redileo, drenajes, implantación artificial de pastizales.
Producciones indirectas: son externas beneficiando a toda la sociedad, pero la repercusión económica sobre los propietarios de la dehesa es mínima.
- Gran valor paisajístico.
- Estabilización y protección del suelo y vegetación.
- Capital genético vegetal y animal de gran diversidad y valor.
- Gran valor histórico y cultural.
- Creciente interés recreativo.
- Bajo riesgo de incendio.
- Reducción de riesgos económicos.
- Estabilidad entre etapas seriales
Incremento del capital: la rentabilidad de la dehesa se debe a ingresos debidos a las producciones directas pero fundamentalmente a la plusvalía o incremento del valor en mercado de las fincas, teniendo dos efectos muy negativos:
- Induce a los propietarios de la dehesa interesados en la obtención de beneficios económicos a despreocuparse del aprovechamiento racional de sus recursos.
- Determina la falta de liquidez para financiar tratamientos y mejoras que permitan obtener y aprovechar racionalmente los productos directos: ganado, leña, ramón, etc.
Producciones directas: Son las menos importantes ecológica y económicamente, pero garantizan la perpetuación del sistema
- Ganado: se usan técnicas ancestrales perfectamente adaptadas para aprovechar óptimamente la potencialidad productiva del medio sin deteriorarlo. Los tipos de ganado más frecuentes son el ovino (para producción cárnica), bovino (para producción cárnica en dehesas menos secas, no necesita pastor), porcino (para el aprovechamiento de la bellota), caprino (para aprovechamiento cárnico, lechero o mixto, sirve también para complementar los otros tipos de ganado en el aprovechamiento de matorral y ramón) y caballar (poco usado). Se prefiere el uso del ganado rústico y autóctono. El sistema de regulación del pastoreo más adecuado es el pastoreo continuo, aunque según las circunstancias puede ser necesario usar el diferido. En zonas mediterráneas lo habitual debe ser el pastoreo temprano, intenso, diversificado en especies ganaderas e integrado con los sistemas forestales y agrícolas.
- Leña
- Ramón: lo obtiene el ganado directamente por ramoneo o indirectamente a través de las ramas caídas con motivo de las podas o vareos de la bellota.
- Fruto: la bellota es particularmente importante en zonas de inviernos tibios donde las cosechas son abundantes y poco veceras. La bellota de mayor calidad es la de la encina, seguida por el quejigo, alcornoque y rebollo.
- Productos agrícolas: producción escasa, generalmente de cereales como avena, cebada, centeno o trigo. No es importante salvo como medio de control de la vegetación leñosa y como alimento complementario para el ganado y la caza.
- Otros: la caza es uno de los beneficios directos más importantes de la dehesa. El corcho tiene importancia capital por su interés económico en auge en los últimos años. La producción micológica se ha aprovechado tradicionalmente de forma privada y con muy poca intensidad aunque actualmente está cobrando interés económico (trufas, boletos, etc.)
El mantenimiento y mejora de las dehesa pasa por la realización de podas, desbroces, rozas y limpias, rozas de regeneración, encalado, redileo, drenajes, implantación artificial de pastizales.