La primera semana de agosto he estado de vacaciones en San Miguel (Azores), y lo de vacaciones va en cursiva porque la oportunidad de viajar a esta isla surgio porque una amiga se fue alli a hacer un trabajo con unas libelulas que son partenogenéticas (espero que algún día se anime a hacer alguna entrada sobre su trabajo para este blog). Asi que con la excusa de ir a echarle una mano (que lo hice), aproveche apra conocer una hábitat totalmente diferente al que estoy acostrumbrada.
Lo primero que me llamo la atencion nada más bajar del avión es que huele a vaca, lo cual es lógico si tenemos en cuenta que en la isla hay muchas...eso si, pastando libres y no en granjas apiladas...y la leche está muy rica!!El problema es que las vacas modifican mucho el paisaje, y lo que es vegetación autoctona poco queda...casi todo está lleno de prados, y de plantas traidas de fuera (hortensias -están por todas partes-, criptomedias, helechos arbóreos, flores del himalaya....), de la flora autoctona como la laurisilva pocas zonas quedan ya. Respecto a la fauna, además de vacas, abundan los ratoneros (supongo que de ahi le vinene el nombre a las islas...azores), y mucha fauna introducida, como conejos, perros, etc. También hay erizos, libélulas (Anax, Ischnura y Sympetrum), ranas, lagartos...
Respecto a la isla en plan "turístico" puedo decir que me gustó mucho las vistas que hay desde el mirador de Sta Iria de la costa norte de la isla (más abrupta y escarpada que la del sur), y es muy bonita la Lagoa do Fogo. En Furnas, es muy típico lo de hacer el cocido aprovechando el calor natural de la tierra.
En definitiva, que si alguno tiene la oportunidad de viajar a Azores...creo que es un viaje del que no se arrepentirá...eso si, procurar hacerlo en verano, porque alli cuando llueve, lo hace con ganas...