martes, 24 de octubre de 2006

Biogeografía de islas

Aprovechando que en un par de días tengo que dar prácticas de conservación, se me ha ocurrido que podía incorporar al blog una de las prácticas que voy a dar, y que tiene como tema central la teoría de Biogeografía de islas, postulada por Mc Arthur y Wilson en 1967.

El trabajo de Mc Arthur y Wilson (1967) o la teoría de equilibrio en biogeografía de islas ha revolucionado la Biogeografía desde su aparición, ya que representó un cambio radical en el pensamiento biogeográfico. Hasta entonces los investigadores estaban focalizados principalmente en problemas históricos, y el tema dominante en biogeografía de islas era la teoría estática de Dexter: que la estructura de estas comunidades era fija en el tiempo, que era el resultado de eventos únicos de inmigración y extinción, y que el número de especies estaba determinado por el número de nichos de la isla. En oposición a esto, la teoría de Mc Arthur y Wilson se basa en el paradigma de los equilibrios dinámicos, es decir que existen fuerzas opuestas que, actuando constantemente sobre el sistema lo mantienen relativamente constante.
Mc Arthur y Wilson propusieron que el número de especies en una isla representa un equilibrio dinámico entre tasas opuestas de migración y extinción, dos procesos recurrentes que mantienen la riqueza de especies relativamente constante pese a cambios en su composición. El modelo puede representarse gráficamente al representar las tasas de extinción e inmigración en función del número de especies en la isla. Este número de especies va desde cero hasta un máximo (P), que corresponde al número en el pool de especies disponible para colonizar las islas desde el continente. Si comenzamos en una isla vacía, la tasa de inmigración es máxima y va declinando hasta que el número de especies es igual a P. Mientras que la tasa de extinción representa el caso opuesto, es cero cuando en la isla no hay especies que puedan extinguirse hasta llegar a un máximo cuando es máximo en número de especies en la isla.
En algún punto entre cero y P, las líneas que representan las tasas de extinción y especiación se encuentran, y este punto represente un equilibrio estable que, ante un aumento de cualquiera de las tasas, por efecto de la presión ejercida por la otra, volvería, teóricamente al mismo lugar. Por ejemplo si un evento natural causa una gran extinción, el número de especies baja temporalmente, y la tasa de inmigración aumentaría automáticamente (ver gráfica 1).

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Gráfica 1

¿Que ocurre si incorporamos el efecto del área y el aislamiento al modelo? Mc Arthur & Wilson asumen que el tamaño de la isla tendrá un efecto sólo sobre la tasa de extinción, dado que en una isla más pequeña, al ser las poblaciones más pequeñas estarán más sujetas a extinción. La misma lógica puede usarse para suponer que las tasas de inmigración estarán fundamentalmente influenciadas por el aislamiento de la isla. Independientemente de la habilidad de dispersión del organismo, cuanto más alejada esté la isla de la fuente de especies, menos probable será que estas especies lleguen a ella.
En resumen, el modelo explica que el número de especies aumenta con el área de la isla y disminuye con su aislamiento, y que no existen eventos de inmigración y extinción aislados, sino que el recambio es constante.
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Cuanto más alejada esté la isla de la fuente de especies, menos probable será que las especies lleguen a ella.



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En una isla más pequeña,al ser las poblaciones menores están más sujetas a extinción


La teoría de biogeografía de islas es de gran importancia en conservación, ya que se puede establecer una analogia entre islas y áreas naturales, ya que éstas serían como "islas rodeadas de mar hostil".El pequeño tamaño de las reservas conlleva que haya menos ambientes diferentes y que las poblaciones pequeñas sean más vulnerables. El aislamiento dificulta la llegada de nuevas especies y el reestablecimiento de poblaciones extinguidas.
Un adecuado conocimiento de las relaciones especie-área es de gran importancia en los estudios de evaluación y de inventario de la riqueza biológica de una determinada región. El problema de las relaciones especie-área está siendo reavivado por la creciente necesidad de conservar recursos amenazados por las transformaciones a gran escala. Resulta ahora claro que la cantidad de especies que pueden conservarse en una reserva natural de, digamos, 5 km2, es mucho menor a las que pueden conservarse en una reserva aparentemente igual, pero por ejemplo, de 1000 km2. El tamaño de la reserva, y su distancia a otras reservas, así como su forma, debido al efecto borde, determinan el número de especies que será capaz de albergar.


Fuentes:
www.efn.uncor.edu
www.mesoamerica.org.mx