He visitado este monumento natural, y como no solo sobre bichos va a tratar el blog, creo que este paraje también se merece una entrada. La playa tiene una orografía espectacular creada a base de arena, pizarra y esquisto, todo gracias a la acción del viento y agua, pero solo es apreciable durante la bajamar.
Como una imagen vale más que mil palabras, os deja algunas fotos que muestran la belleza del lugar.
No solo el agua marina erosiona, también el agua dulce que se desliza por parte de los acantilados actúa, y además favorece la presencia de vegetación.
Hay multitud de cuevas, de todas formas, tamaños y profundidades, con y sin salida; algunas con agua permanente y otras no.
Hay mucha vida habitando entre las rocas, especialmente moluscos y crustáceos.
Fotos: Inés G. de Castro