Llega el fin de nuestro viaje por el PN de Retezat. Este fue el día del regreso a Timisoara (donde teníamos que coger el avión de vuelta a España). Pero no por ello dejamos de disfrutar del entorno del parque.
Primero paramos para acceder al otro lado del río, y ver que se podía encontrar por ahí. El acceso no era muy confiable, pero algunos decidimos atrevernos a cruzar el puente.
Vimos diferentes especies de flora, pero ningún oso.Lo que si nos encontramos fueron con excrementos de oso (tenían un par de días).
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| Excremento de oso |
El regreso fue por el río, y si, a pesar de las precauciones, me cayó una de las botas en el agua; y no, no hay fotos de mi torpeza.
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| Río Retezat |
Hicimos luego una pequeña ruta internándonos en el bosque, donde lo que más vimos fueron diferentes especies de hongos, y pudimos escuhar el pito real (Picus viridis).
Y esto fue todo. Retezat es un parque muy bonito, en el que se podrían hacer muchas más rutas. También el Delta del Danubio daba mucho más de si de lo que estuvimos. En general, Rumanía es un país apasionante, que merece la pena conocer y descubrir.
Solo me queda dar las gracias a mis compis de viaje, y esperar que se pueda en un futuro, volver a repetir.
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| Servidora, con el equipo 'bichólogo' al completo |
Fin.
Fotos: Inés G de Castro
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