El ácido desoxirribonucleico o ADN es una macromolécula que se encuentra en el núcleo de nuestras células, y la más importante, pues porta toda la información necesaria para el buen funcionamiento de cualquier organismo unicelular o pluricelular. La estructura física del ADN podríamos visualizarla como dos larguísimas tiras finas de papel que se enrollan una alrededor de otra (como si hiciésemos una trenza con sólo dos hilos).
En esas tiras de papel hay escritas letras, pero el abecedario del ADN sólo incluye cuatro: A, G, T y C; que corresponden a cuatro bases (unas moléculas más pequeñas que el ADN) llamadas adenina, guanina, timina y citosina; respectivamente. Además, cuando en una tira de papel encontramos una A, en la otra encontramos una T (y viceversa), mientras que si encontramos una C, en la otra encontramos una G (y viceversa). Decimos por tanto que las bases aparean con sus complementarias y esto significa que la información en el ADN se encuentra doblada, es decir, tenemos dos copias de la misma información.
Las letras en el ADN no siguen un orden monótono, sino que se pueden encontrar secuencias de todo tipo. En total, nuestro ADN cuenta con unos 3000 millones de pares de bases o letras, que visualmente sería considerar una tira de papel con 3000 millones de letras (y la otra tira de papel con los 3000 millones de letras complementarias). Es difícil imaginarse estas cifras, por ello vamos a hacer unos pequeños cálculos informáticos. Como el ADN sólo hace uso de cuatro letras, la información puede ser expresada como un grupo de dos bits; por ejemplo A=00; T=01; G=10; y C=11. Por tanto, si para codificar cada letra necesitamos dos bits, para codificar 3000 millones de letras harían falta 6000 millones de bits. Esto significa un total de 750 millones de bytes, que son 732421 kilobytes o más sencillamente 715,26 megabytes. Es decir, la información de nuestro ADN en bruto ocuparía un poco más de un CD-ROM. Si quisiéramos expresar la información almacenada en las dos tiras de papel tendríamos que hacer uso de 2 CD-ROMs y parte de otro; pero como ya hemos dicho que ambas contienen la misma información, con grabar un sólo disco y un poquito de otro tendríamos suficiente.
El ejemplo del CD-ROM quizá no sea todo lo gráfico que pretende: un disco de música suele ocupar un CD-ROM entero y uno podría pensar que tampoco es mucha información (tan sólo serían ¿cuántas? ¿15 canciones?). Por ello vamos a llevar nuestros cálculos un poco más lejos. Si abrimos un procesador de textos, y llenamos sólo una página con una combinación cualquier de A, T, G y C, al guardarla en formato .txt ocupará unos 2552 bytes. Como hemos visto antes, el ADN representa 750 millones de bytes. Haciendo una sencilla división obtenemos un total de 293887 páginas tamaño folio. Los libros que normalmente leemos son más pequeños que un folio (libros de bolsillo en rústica o incluso en tapa dura) de tal manera que harían falta 3 páginas de uno de estos libros para contener la información de un folio. Por tanto necesitaríamos un total de 881661 páginas para contener la información del ADN. Además, estos libros suelen tener de media unas 300 páginas. Teniendo en cuenta este último dato, obtenemos que harían falta nada menos que 2939 libros de bolsillo para almacenar toda la información contenida en el ADN.
2 comentarios:
gracias, esto me sirvió para un examen
Me alegra que te haya sido de utilidad. Y eseperemos que hayas tenido buen resultado en el examen.
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